1. ΠΟΛΙΤΕΣ es un círculo de lectura de Filosofía Política. Leemos textos clásicos, antiguos y modernos. Discutimos sobre las ideas contemporáneas y prestamos atención a la actualidad. Estudiamos la tradición de la filosofía política y participamos de la pasión por la novedad.
2. No concebimos la filosofía política como una disciplina excluyente. También nos interesan la teoría crítica de la sociedad, la literatura y la teología, la ética y la ciencia. No sólo la política. Nos interesan todas estas disciplinas porque tienen impacto en la manera como hacemos y pensamos la política, lo político, el poder, la libertad, el Estado y la sociedad.
3. No deseamos crear un mundo aparte para la filosofía, que, dicho sea de paso, nunca ha existido. Como filósofos, cultivamos la necesidad de filosofía en la sociedad, y no solo en la escuela. Lo primero asegura lo segundo; no al revés. Por regla general, la filosofía política es una intervención fundamentalmente educativa.
4. Los filósofos buscamos “aterrizar” las ideas cuando se las emplea de modo abstracto, ambiguo, o confuso. También buscamos que las ideas “despeguen”, y los seres humanos se empinen sobre sus necesidades inmediatas y comprendan la necesidad de convivir en un mundo de paz y respeto.
5. La filosofía no vive en las nubes, sin embargo. Habita el ancho y sinuoso terreno de la historia con las demás disciplinas y formas de pensamiento. Los filósofos lo sabemos, lo reclamamos y lo denunciamos. Aunque es cierto que con frecuencia nos encontramos solos, no por ello somos una élite.
6. El contexto siempre importa, por más abstractas que parezcan las ideas. El estudio de la filosofía es inseparable de la investigación. Se investigan los textos, y también sus autores, y las historias de las que son parte. Hay que investigar para comprender.
7. Allí donde los demás ven una solución, los filósofos hemos aprendido a ver un problema. No sabemos aún cual es el neurotransmisor que genera constantemente signos de interrogación sobre la manera como entendemos el mundo. Las preguntas las dirigimos no a las cosas mismas, sino a nuestros congéneres.
8. No “creemos” en el pluralismo ideológico-político, como materia de conveniencia. Somos pluralistas por definición. Sabemos q no hay soluciones únicas y siempre nos llama la atención el esfuerzo de aquellos que solo ven una dimensión de las cosas en cada problema o persona. La riqueza del análisis nos lleva a constatar la fragilidad de las voces, el carácter inestable de lo pensado, lo fragmentario de las doctrinas, las rupturas en el hilo de Ariadna, el carácter poroso de las fronteras entre historia y mito, los quiebres de la lógica en los asuntos humanos, y el material evanescente de la experiencia.
9. El uso propagandístico de las ideas ocurre en su estado de defunción. El compromiso filosófico es mantener las ideas vivas porque pertenecen a la vida y la hacen viable, visible, vivible. Potencia al ser humano.
10. El mal más recurrente del que sufrimos los filósofos es la incomprensión. Aspiramos a comprender y a ser comprendidos. La mayor dificultad es hacernos comprender.
